El suicidio de una democracia.

Hoy acabo de ver con sorpresa y estupefacción una noticia verdaderamente preocupante: El alcalde (Oficialista) del Municipio Guaicaipuro del Estado Miranda prohibió al gobernador del mismo estado (Opositor) pisar las Plazas Miranda y Guaicaipuro para la realización de una ofrenda floral por el natalicio del prócer Francisco de Miranda. La noticia a primera vista suena risible y ridícula, sin embargo toma un cariz mucho mas sombrío cuando, horas mas tarde, dicho gobernador, al llegar a la plaza en cuestión, se encontró con la Guardia Nacional Bolivariana impidiéndole el paso.

Ésta noticia refleja una realidad cada vez mas patente en Venezuela: La criminalización de la disidencia, el abuso de poder como política de Estado, la utilización de las Fuerzas Armadas en actuaciones claramente políticas y la negación de la soberanía del pueblo expresada en el voto.