martes, 20 de mayo de 2008

Responsabilidad y excusas.

Acabo de leer un artículo en "El Periódico" de Barcelona que relata el caso de un chico de 17 años que mató a una niña de 7 en su casa mientras "jugaba" que era un personaje de "Mortal Kombat". Lo que mas me llamó la atención del artículo es la insistencia a mostrar que había imitado dicho juego en vez de mostrar un poco mas el lado humano del supuesto homicida. A éste punto quiero llegar: Las excusas para justificar lo injustificable.

Acusar a los videojuegos de promover la violencia y el crimen en nuestra sociedad es una excusa fácil que busca alejar la responsabilidad por nuestros actos, haciéndola recaer sobre un ente externo infinitamente seductor, pernicioso y dañino que busca "alejarnos del Buen Camino". Esta clase de acusaciones es tan absurda como asegurar que las armas de fuego matan a los hombres, ya que, hasta donde yo se, no existe un arma de fuego con albedrío y que pueda actuar de forma autónoma e independiente. Detrás de ésta excusa pueril están tres supuestos francamente terribles, a saber:

1.- Los hombres actúan como borregos, sin conciencia de sus actos.

2.- Los hombres son débiles, miserables, bajos e inútiles.

3.- Los hombres necesitan ser tutelados, controlados y vigilados por su propio bien.

Una de las cosas que mas me cabrea en el mundo es el escuchar personas que reniegan de la responsabilidad de sus actos, y para ello inventan mil y una excusas que, paradójicamente, refuerzan los tres supuestos ya nombrados. Renegar de la responsabilidad es renegar de la propia vida, es hacerte cada día mas invisible dentro del mundo hasta que llega el momento en el que no le importes a nadie, en que tus acciones no repercuten en nada, en que tu vida se torna anodina y vacía. Vivir es dificil, vivir duele, pero peor es ir por la vida como si fueses una mota de polvo, indolente ante todo lo que pasa a tu alrededor.

Para terminar, quisiera dedicarle éste dicho surafricano a un amigo mío muy querido:

Cada vez que con tu dedo apuntes acusadoramente a alguien, tres dedos te apuntan a tí.

Piensen un poco y verán que es rigurosamente cierto.

No hay comentarios: